Por: Pastor John Agudelo
Jueces 7:13 al 15
Nuestro Dios es experto en usar lo común y corriente, lo ordinario, lo vil y menospreciado de este mundo, y convertirlo en un guerrero invencible.
El pan de cebada tiene una gran relevancia en la palabra de Dios, en tiempos bíblicos, El pan de cebada era el pan que consumía la gente más pobre, las personas con más solvencia económica consumían el pan de trigo.
Entre otras palabras, los ricos no miraban con buenos ojos los panes de cebada porque era un pan ordinario y su sabor no era tan agradable comparado con el pan de trigo.
En Jueces 7: 13 y 14 hace referencia a Gedeón y a su espada como un pan de cebada, lo que quiere decir es que era el menor de su casa y no solamente el menor sino el más pobre de manases.
El que no tenía mucho lujo, el que no tenía muchas comodidades, el que no tenía un buen nivel académico, el que no encajaba en la sociedad, ese pan de cebada despreciado por muchos se estaba convirtiendo en un guerrero poderoso que iba a hacer correr un gran ejército que oprimía al pueblo de Dios.
Usted y yo somos ese pan de cebada que no encajamos en la sociedad, se burlan de nosotros, y nos tienen en poco, pero vamos a causar un impacto poderoso en el imperio de las tinieblas.
Recordemos que los cinco panes de cebada fueron usados para alimentar a más de cinco mil personas, usted y yo podemos ser usados por Dios para llevar el alimento espiritual a miles de personas que tienen hambre de Dios.
El pan de cebada no podía tener levadura, y el pan que Jesús uso para la pascua era precisamente estos panes de cebada, panes sin levadura.
El pan sin levadura nos habla de una vida separada del mundo y de todo su sistema, también de una vida santa y agradable a nuestro Dios.
Jesús mismo fue comparado con ese pan de cebada, porque en la última cena el partió el pan y dijo: este es mi cuerpo que vosotros es entregado. Y si ese pan de cebada llamado Jesús, no encajo en la sociedad de aquel entonces, que no encajo en los doctores de la ley, si ese pan de cebada venció nosotros también vamos a vencer en el nombre de Jesús, porque recuerde somos un pan de cebada.
Saquemos la levadura y vivamos para agradar a Dios de tal manera que cuando Él quiera usarnos en su reino pidamos causar estragos poderosos en un mundo rodeado de tinieblas.
